Equipo necesario para fotografiar un eclipse
Los eclipses de luna no requieren ninguna precaución especial para su observación visual ni tampoco un equipo sofisticado para fotografiarlos. Basta una cámara fotográfica (preferiblemente réflex digital) y un trípode sobre el que apoyar la cámara. Un objetivo de 200mm es recomendable para obtener una resolución aceptable, aunque se pueden lograr resultados satisfactorios con objetivos de menor focal.
La siguiente imagen muestra de forma aproximada la escala de imagen que podemos esperar en función de la longitud focal de la lente empleada, teniendo en cuenta que la luna ocupa unos 30 minutos de arco en el cielo.
Una de las ventajas de fotografiar este fenómeno es que no requiere cielos especialmente oscuros, por lo que resulta perfectamente accesible desde zonas urbanas. Una azotea urbana convenientemente orientada puede convertirse en un observatorio privilegiado.
Puede resultar útil, aunque no imprescindible, disponer de un disparador remoto o un interferómetro para evitar vibraciones en la cámara al realizar los disparos con mayores exposiciones. Si no se dispone de este accesorio, basta con programar la cámara para que los disparos se realicen entre cinco y diez segundos después de pulsar el botón.
Quienes dispongan de un telescopio podrán obtener imágenes con mayor resolución. En caso de disponer de una montura ecuatorial alemana para el telescopio, un correcto alineamiento de la montura y su motorización facilitarán el seguimiento del eclipse y la realización de tomas de larga exposición en las fases más oscuras del mismo.
Las fases del eclipse
El eclipse lunar se desarrollará en varias fases con diferentes implicaciones para su fotografía. Mantener un enfoque óptimo será necesario en todas las fases, pero las variaciones de brillo lunar y el avance del eclipse exigirán además modificaciones a los parámetros de exposición y sensibilidad ISO.
En el cuadro siguiente detallo las diferentes fases del eclipse en Tiempo Universal (TU). Cada observador debe adaptar la hora TU a sus condiciones de hora local. Por ejemplo, desde España es necesario sumar dos horas al TU (una hora en Canarias) durante el horario de verano. Desde Buenos Aires, Montevideo o Santiago es necesario restar tres horas, desde Caracas cuatro y media, cinco horas desde Bogotá, Lima o Quito y seis horas desde Ciudad de México.
Fase del eclipse Hora (TU)
Primer contacto con la penumbra 00:12
Primer contacto con la sombra 01:07
Inicio de la totalidad 02:11
Máximo del eclipse 02:48
Fin de la totalidad 03:23
Último contacto con la sombra 04:27
Último contacto con la penumbra 05:22
La fase de totalidad, en las horas centrales del eclipse, es la de mayor oscuridad. Por su brillo se catalogan visualmente diferentes tipos de eclipse según la escala de Danjon.
Escala de Danjon Características del eclipse
0 Muy oscuro, hasta el punto de no ver la luna
1 Oscuro, gris o marrón, cuesta distinguir detalles lunares
2 Rojo oscuro, óxido, región central oscura y borde más claro
3 Rojo teja, con borde brillante o amarillento
4 Rojo claro o anaranjado, borde luminoso con tonos azulados
El color rojizo de los eclipses se debe a la dispersión de Rayleigh que sufre la luz del sol al atravesar la atmósfera terrestre. La dispersión afecta de forma diferente a las diferentes longitudes de onda y hace que el color rojo alcance la luna y se refleje hacia la Tierra. Es el mismo fenómeno que hace al sol rojo durante el ocaso o el amanecer y también al cielo azul durante el día. Algunos estudios científicos argumentan que el nivel de contaminación del aire, las erupciones volcánicas o los incendios pueden alterar el brillo de un eclipse.
Curiosamente, en el inicio o final de la fase de totalidad del eclipse puede aparecer una banda azul turquesa sobre la superficie lunar debida a la dispersión que la capa de ozono de la Tierra efectúa sobre los tonos rojos. Lograr fotografiar esta banda azul requiere permanecer atento al instante preciso donde se produce este fenómeno que constituye un reto capturar.
El tiempo de exposición y sensibilidad
En el momento anterior al eclipse, la luna estará prácticamente llena, con un brillo elevado. Aunque no resulta imprescindible, el uso de filtros de densidad neutra puede ser útil para mitigar el brillo lunar y elevar el contraste de los detalles lunares.
Mi recomendación en esta fase inicial sería mantener una exposición tan breve como sea posible sin quemar la imagen. Utilizar un ISO 200 o 400, siempre que esto no sobreexponga la fotografía, tiene la ventaja de que partimos de exposiciones muy breves que podremos ir extendiendo conforme avance el eclipse y el brillo de la luna vaya disminuyendo. En principio es recomendable no utilizar valores ISO muy elevados para evitar la amplificación del ruido asociada, pero los valores más bajos de ISO exigen tiempos de exposición mayores que pueden resultar excesivos en las fases más oscuras del eclipse. Mantener un ISO fijo a lo largo de la sesión también puede facilitarnos la realización de tomas de calibración que, aunque no son imprescindibles en este caso, pueden resultar útiles para mejorar el resultado final de la fotografía.
En cualquier caso, la decisión sobre el parámetro inicial de exposición dependerá de la relación focal de la lente o del telescopio y de las condiciones atmosféricas del lugar, así que cada observador tendrá que ajustarlo a su realidad. Conforme avance el eclipse, resultará necesario extender el tiempo de exposición (o bien aumentar el ISO si fuese necesario). La exposición puede necesitar multiplicarse por diez desde los valores iniciales hasta que la luna se encuentra a medio eclipsar; y mucho más aún, en función del escala de Danjon, durante la fase de totalidad del eclipse, que requerirá varios segundos de exposición.
Si no se dispone de una montura motorizada, debe tenerse en cuenta la limitación al tiempo de exposición debida al movimiento celeste. Y debido a la naturaleza dinámica del evento, incluso con una montura motorizada los tiempos de exposición estarán limitados por el avance de la sombra del eclipse. Por eso es conveniente no trabajar con valores de ISO muy bajos.
Arriba vimos que la luna tarda unos 60 minutos en eclipsarse (desde el primer contacto con la sombra hasta el inicio de la totalidad) y tiene un tamaño de unos 30 minutos de arco en el cielo, así que la sombra del eclipse avanza aproximadamente 1 segundo de arco cada 2 segundos de tiempo. Para traducir ese movimiento celeste a movimiento en la imagen fotográfica, debemos utilizar la fórmula de escala de píxel, que establece su tamaña en función de la longitud focal F de la lente y del tamaño L del píxel.
Theta (segundos de arco) = 206.26 x L (micras) / F (milímetros)
Como cada segundo de arco tarda 2 segundos de tiempo en desplazarse, la exposición máxima estaría limitada al doble de la escala del pixel, es decir 2 x 206.26 x L / F. Por ejemplo, un sensor cuyo tamaño de pixel sea 5.6 micras con una lente de 200mm, podría realizar exposiciones de 2 x 206.26 x 5.6 / 200 = 11.5 segundos. Exposiciones superiores a este tiempo harían que la sombra del eclipse se desplazase de un pixel al contiguo. El mismo sensor sobre un telescopio con 750mm de focal solo podría realizar exposiciones de 3 segundos de duración antes de que la imagen se enturbiase por el avance de la sombra.
Fotografía con webcam
Los aficionados a la astrofotografía suelen utilizar cámaras webcam acopladas a telescopio para realizar fotografía lunar o fotografía planetaria. Sin embargo, no recomiendo esta técnica para la fotografía de eclipses lunares.
Para utilizarse en fotografía astronómica, la webcam debe permitir controlar parámetros como la ganancia y los fotogramas por segundo mediante software. Pero la exposición de los fotogramas de las webcam suele estar limitada, por ejemplo a 1/30 fps, a menos que hayan sido convenientemente modificadas para larga exposición. Como hemos visto arriba, el eclipse lunar puede ser lo suficientemente oscuro en su fase de totalidad como para exigir varios segundos de exposición, algo difícil de compensar con aumentos de ganancia, por no mencionar la excesiva amplificación de ruido resultante.
En su uso con telescopio, los vídeos estarían además limitados por el avance de la sombra del eclipse como hemos visto arriba, pero limitar cada video a pocos segundos de exposición aportará ventajas limitadas en el apilado y posterior procesamiento que suele utilizarse en la obtención de imágenes con webcam.
Además de esto, los sensores de webcam son más pequeños que los de una réflex digital, por lo que debemos cerciorarnos de que disponemos de la escala de imagen suficiente para que la luna no exceda del campo visual del sensor.
Por estos motivos mi recomendación es en este tipo de fotografía ceñirse a la utilización de cámara réflex ya que ofrece buenos resultados, cobertura de campo suficiente y flexibilidad con los parámetros de exposición, sensibilidad ISO y apertura de diafragma.
Para finalizar
Espero que estos consejos os animen a intentar fotografiar el próximo eclipse y que las condiciones meteorológicas os lo permitan. Si la información ha sido útil, podeis compartirla usando los botones de abajo. Estais invitados a compartir vuestros resultados y comentarios abajo